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La época del Renacimiento se caracterizó entre otras cosas por la importancia que el Dios cristiano tenía en la vida de los hombres. Las personas destinaban mayor parte de su caudal inspirativo (musa de inspiración) a plasmar lo referente a la religión de diferentes formas.

 

De esta manera es como aparecen, en las grandes ciudades europeas de ese entonces, representaciones arquitectónicas, pictóricas, escultóricas y literarias referentes a Dios, la Virgen y los Ángeles o alguno de los versículo de La Biblia, así como de Venus y Zeus en las mitologías romana y griega respectivamente.

 

Italia es el lugar de nacimiento de este movimiento. Roma, como cuna de mitología romana y el cristianismo, se enlaza con Florencia para sostener todas esas creaciones artísticas, los ideales humanistas y la renovación de las cienciasVer galería.

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