Para la creencia judeo-cristiana existe una deidad omnipresente, omnisciente y omnipotente. Este ente supremo está manifestado en tres personas diferentes e inseparables: Padre, Hijo y Espíritu, lo que se conoce mejor como la Santísima Trinidad.

 

Para los cristianos, Dios se encarga de crear y sustentar todos los fenómenos que suceden en el universo, al igual que ha sucedido en diferentes religiones y culturas a través de la historia, por ejemplo, en la mitología nórdica, egipcia, romana y, una de las más estudiadas en el mundo por su legado en el arte, la literatura, la arquitectura y demás, la  mitología griega.

 

Además, los designios de él y las narraciones tradicionales que se despliegan tras esta religión, se encuentran en su libro sagrado: La Biblia.